Desde que estamos en el vientre de nuestra madre nos rodean sonidos como la voz de nuestra madre, el latido en el corazón o sonidos del exterior.
El resto de nuestra vida nos siguen acompañando los sonidos, la lluvia, el viento, las olas, los truenos…
Nos movemos con vibraciones, nuestro cuerpo sutil vibra en diferentes intensidades y nuestro entorno está en constante vibración, desde cada célula a cada órgano. 

Somos ritmo, hasta el latido del corazón.

En eso se basa la sonoterapia, en la aplicación de la voz, instrumentos musicales y vibratorios en los campos energéticos del cuerpo y los beneficios que esto nos provoca a nivel de nuestro cuerpo físico y sutil. Es una forma de terapia alternativa que propone el uso de la voz e instrumentos musicales como vías para lograr un equilibrio entre cuerpo y mente.
La base de la Sonoterapia se basa en el principio de “resonancia en la simpatía”, lo que significa que un objeto vibrante causa vibraciones en otro objeto. El universo está en un estado de vibración constante, que incluye el cuerpo humano. Cada parte del cuerpo se mueve energéticamente. Por lo tanto, debe tener una relación vibratoria saludable. Si no tenemos la capacidad de resonar con una parte de nuestro entorno, podemos estar sufriendo de un malestar. La razón principal de esta práctica es hacer uso del sonido para recuperar la armonía interna del ser humano.
Cuando se padece una enfermedad, la zona afectada se encuentra en una frecuencia que vibra sin armonía. Así, si se aplican los sonidos correctos, esta podría sanar y volver a su estado normal.
La sonoterapia causa estados profundos de relajación que facilitan la liberación del miedo, el dolor, la soledad y la depresión. Además ayuda a eliminar emociones negativas, como la ira o el resentimiento.
Aunque es una práctica muy antigua, en los últimos años ha logrado popularizarse debido a su capacidad para reducir el estrés, la ansiedad y algunas dolencias.
Los instrumentos más usados en la sonoterapia son la voz, los cuencos tibetanos, diapasones terapéuticos, tambores oceánicos, campanas, entre otros.
Algunos de los modos en los que la Terapia de Sonido puede ayudar en la sanación son los siguientes:
  1. ▄  Provoca estados profundos de relajación
  2. ▄  Armoniza y equilibra los hemisferios cerebrales
  3. ▄  Limpieza y equilibrio de los chakras y sistema energético
  4. ▄  Aumento de la intuición y sensibilidad hacia las energías sutiles
  5. ▄  Alivio de dolor e incomodidades físicas
  6. ▄  Alivia el estrés, la tensión e hipertensión (el mayor causante de enfermedades leves)
  7. ▄  Calma y tranquiliza las emociones
  8. ▄  SonoPuntura con diapasones en los puntos reflejos permite un tratamiento holístico a los órganos vitales
  9. ▄  Liberar la auténtica voz así despertando la creatividad y mejorando la comunicación
  10. ▄  Restablecimiento de coherencia en los sistemas nerviosos simpáticos y parasimpáticos
  11. ▄  En general una mejora en el ‘bienestar’ tanto de los clientes como de los practicantes (terapeutas).
En ocasiones reprimimos emociones y las guardamos tan adentro que se nos olvida que están ahí, pero nos mantienen tensos, impidiendo que seamos felices.
Por eso a veces es posible llorar durante las sesiones de sonoterapia, sintiéndonos después en un estado de paz y calma.
Practicar sonoterapia es, sin duda, sentir una liberación en todos los sentidos.