Conocer cualquier elemento es conocer sus cualidades. El agua es fría y estable, pesada, húmeda, suave, gruesa, fluida, nublada y sin brillo. El elemento agua es el antídoto para los síntomas cuando uno se siente demasiado caliente, sin conexión a tierra, demacrado, deshidratado, áspero, carente de autoestima, obstruido e inmóvil, irritable con una lengua afilada, transparente y vulnerable o si el corazón se ha vuelto demasiado duro.