Ha llegado septiembre, y con él la vuelta a la rutina, los cambios de ritmo que conllevan el regreso de las vacaciones de verano y una serie de propósitos, casi como si se tratara del comienzo del año. En definitiva, época de cambios y estos cambios pueden taer con ellos ciertos desequilibrios…
¡En septiembre también llega el otoño! 
Bajan las temperaturas, cambia el clima y los árboles pierden sus hojas, y esto no es diferente para las personas, que estamos en constante simbiosis con el universo, por eso, también a nuestro cuerpo le afecta el otoño.
Ayurveda no nos habla de las cuatro estaciones si no, de tres estaciones en las que dominan cada uno de los tres doshas y que si conocemos y adaptamos nuestros hábitos conseguiremos evitar alteraciones y desequilibrios.
Temporada pitta, que concierne desde los días más calurosos y largos del año hasta el comienzo del otoño.
Temporada Vata, que comprende desde el otoño hasta el comienzo del invierno.
Temporada Kapha, que representa desde la parte más fría del invierno hasta el comienzo de la primavera.
Cambiar de estación puede suponer unas necesidades concretas para adaptarnos al nuevo clima y ritmo de vida. Sin duda, el ambiente exterior afecta a nuestro estado interior de mente, cuerpo y emociones.
Los doshas aumentan en su temporada dominante, por tanto tenemos que ser conscientes de que posibles alteraciones podemos sufrir, sobre todo cuando estamos en la temporada de nuestro dosha dominante, así que nos toca tomar ‘conscientemente’ ciertas decisiones con el objetivo de mantenernos en armonía. Por ejemplo: En la temporada de invierno es la temporada de Kapha, agua y tierra, pesado y oleoso, por tanto tendremos que aumentar nuestro fuego, activar nuestro metabolismo y no dejarnos aletargar ni excedernos con alimentos.
En otoño, como hemos explicado, domina el dosha Vata, por eso tenemos que tener en cuenta los cambios que se pueden producir en nuestro cuerpo, fruto de los posibles desequilibrios de Vata. Es importante entender, que nuestros hábitos de vida no son los mismos en verano que en otoño.
El otoño es una gran estación de cambio. Es época de recogimiento, del cambio de cabello (que cae como las hojas), de acostarse antes…
La constitución de Vata es fría, seca, móvil, sutil y dispersa y estas cualidades tiene relación directa con las afecciones que padecemos en otoño como resfriados, dolor en articulaciones, tos seca, sequedad en la piel y una sensación de debilidad que se apodera de nosotros. Aprenderemos simples y naturales consejos que podemos implementar en nuestro día para mantener tus doshas en este cambio de estación.
Nuestros hábitos alimentarios también cambian con la temporada. Si te encuentras en sintonía con las necesidades de tu propio cuerpo, naturalmente desearás alimentos y seguir una rutina diaria que te mantenga en equilibrio cuando cambia la estación.
AQUÍ VAN ALGUNOS CONSEJOS.
Hazte masajes con aceite de sésamo.
Esto ayudará a mantener nuestra piel bien hidratada y protegida de la sequedad que caracteriza al otoño, además tiene propiedades regenerantes muy beneficiosas.
Adapta tus horarios.
Los días se van acortando y con ello nuestros horarios se reestructuran. Comienza el día tomando el desayuno un poco más pronto, no cenes tan tarde por la noche e intenta irte a la cama más temprano.
Ejercicio físico más intenso.
Es un momento perfecto para eliminar toxinas a través del sudor, bajan las temperaturas, y podemos permitirnos realizar un ejercicio físico más activo. 
Practica Yoga.
Las mejores posturas de yoga para vata son aquellas que comprimen a la pelvis y flexionan la espalda baja como al doblarse hacia adelante. Todas las asanas (posturas) deben ser practicadas lentamente colocando la atención en el detalle y la concentración. También podemos seleccionar posturas que enfatizan la conexión a la tierra para aterrizar la ligereza de vata .
Adapta tu alimentación.
Lleva una dieta equilibrada para vata. Que tus comidas sean calientes, cocinadas, humectadas y oleosas, con predominancia de los sabores dulces, ácidos y salados.
Deja las comidas frías para las épocas de calor.
Toma bebidas calientes.
Bebidas calientes como leche tibia o un té chai descafeinado también pueden ayudar a mantener el equilibrio. Otras opciones incluyen té de canela, jengibre, cardamomo y regaliz. El café u otras bebidas con cafeína pueden provocar resequedad y sobreestimulación, por lo que debemos evitarlas.
Silencio y tranquilidad.
El elemento aire del dosha Vata está relacionado con el sentido del oído, por lo tanto, en esta época nuestros oídos se ponen más sensibles, no sólo con dolores e infecciones, sino también mucho más sensibles al exceso de ruido, que terminan perturbando el dosha, trayendo como consecuencia más alteración a nivel mental.
Olores que calman.
Existen aromas que pacifican a vata, como son el sándalo, lavanda, jazmín, canela y romero.
Sumando a todo lo anterior, queremos recordarte que el otoño también se disfruta, aprovecha para salir a pasear, admira los colores que nos ofrece la naturaleza en esta época. Respira pausadamente y permite que tu mente se centre en un estado de paz y tranquilidad.
Estos son algunos consejos generales, pero recuerda que cada persona es diferente.
Por eso escúchate para conocerte. Es el primer paso para saber dónde están tus desequilibrios y alteraciones, pudiendo así solucionarlas o evitarlas.
¡Feliz ahora!